domingo, 8 de julio de 2012

15/6/12 sigo camino a Alaska

Siii sigo camino Alaska. Las distancias son larguísimas. Acostumbrado a medir en horas no me acostumbro a medir en días de ruta. Me he despertado numerosas veces esta noche, tiritando, con mucho frío. La tienda es grande y el saco de verano. Tengo que inventarme algo para Alaska, ir de hotel será una ruina. Recojo todo, el sitio es espectacular! Las parcelas están señalizadas, tienen para hacer fuego y una mesa fija. Además hay unos lavabos con papel. Que bien montado lo tienen estos canadienses. En otros países es imposible tener algo así. Todo impecable. Sigo mi ruta y cojo temperatura poco a poco. Suerte que tenia algo de agua y carne seca. Decido descansar numerosas veces si me apetece o es necesario. En esas estoy cuando veo un cartel de sitio antiguo interesante. Cruzo la carretera y me acerco a un caudaloso río. Desde el mirador se ve un poblado indio, con sus tippies. Llego al centro de interpretación y no hay nadie. Me dirijo al pueblo que está un poco más abajo y sube un Nativo de unos 60 años. Le pregunto si puedo bajar al poblado y me dice que vaya tranquilo que ahora viene. En el poblado está Mike. Un hombre blanco de unos cuarenta años que ha venido a ver al nativo. Se entienden bien. Hablamos de motos, de viaje y luego cuando Mike se va me quedo hablando de las tradiciones y costumbres. Los gobiernos no han ayudado a esta gente a mantener las costumbres y ahora las nuevas generaciones están más preocupadas por consumir que por aprender de sus mayores. Aprendo que en aquella zona los "indios" vivían estables pescando, caza do y recolectando. Cada familia tenía una cabaña. Era una estructura de madera cubierta de tierra y con un agujero en medio para la salida del humo. Más parecida a las usadas en el Amazonas que a los tippies. Me despido del nativo y pienso en como abrigarme para pasar la noche. Voy a un supermercado de la cadena Wall Mark y me compro un patalón de deporte grueso. Con eso y la chaqueta de abrigo espero tener suficiente. Vuelvo a sentirme bien cuando llega la tarde. Paso al grupo de motoristas que se me escaparon ayer :) y busco un camping donde poder ducharme en condiciones. El tiempo me da un respiro para montar la tienda y para que los mosquitos se reproduzcan gracias a mi sangre. Caigo rendido oyendo las gotas de agua chocar contra el toldo de la tienda.

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