miércoles, 2 de mayo de 2012

El gimnasio

Nada nuevo voy a decir sobre los gimnasios. Hace tiempo que voy, discontinuamente. No me atrae la idea, me parecen unos centros de sufrimiento, más que de autosuperación. Donde se reúne gente vario pinta. Mis sesiones previaje son de una hora efectiva de trabajo, el resto son estiramientos, ducha, sauna, vestidor.. Hay gente que cuando yo estoy acabando ellos aun están encima de la bici sale e te pego... Uuuoooo increíble, y eso que no se mueve! Esta el profesional, que sabe como funciona todo. El especialista que solo hace un tipo de ejercicio. Los pollo, arroz, pasta. Los que van cada día pero no se les nota. El perdido de turno que tiene los ojos bien abiertos buscando ayuda y coincide con el que va perdido porque es su segundo día... Se juntan el hambre y las ganas de comer.... Yo voy a por faena, pim pam pum y para casa. No lo hago para estar más delgado, lo hago porque me da mucha rabia no poder subir una escalera por falta de aire. Además me huelo que en este viaje lo necesitaré. No voy solo y tendré que adaptarme al ritmo de los demás. Hay que llevar un as en la manga por si acaso. Quizás es uno de los sitios con preguntas más obvias.que tal? Que haces? Estas haciendo bici? Un ratito al agua? Que calor hace aquí... No? Elemental querido Watson! Estoy en un gimnasio, rojo como un tomate, encima de una bicicleta estática, con el casquete y el bañador que te hace una cara de capullo integral, o dentro de la sauna sudando como un pollo..... En fin. Hoy otra sesión, A ver como se me da! Salud! Jajajajaj

No hay comentarios:

Publicar un comentario